24/4/12

Cuándo.


No consigo recordar cuándo dejó de hablar, para dar paso a una melodía de susurros desacelerados. 

La tormenta no cesaba y los cristales parecían frágiles con el sonido de cada trueno. Yo miraba al techo mientras me hablaba. Pensaba en un cielo lleno de nubes, e inventaba figuras. No escuchaba nada de lo que decía. Solo podía prestar atención al tintineo de las gotas de lluvia resbalando por la fachada que junto al viento, furioso, me hacían recogerme aún más entre las sábanas, sintiéndolas cálidas.

No consigo recordar cuándo dejó de hablar. Tampoco cuándo terminó la tormenta.

La habitación quedó en el más absoluto de los silencios, y sentí el frío de la noche. Ahora solo se escuchaba el tic, tac, del reloj colgado en la pared. No sabría decir que hora era. Abrí una senda desde el colchón, y entre zarzas, atravesé la ventana. Estaba desnudo, magullado, era frágil, como aquel cristal lo fue momentos antes con cada trueno. La noche era maravillosa.

Paré junto a un rio y limpié mis heridas. Fumé tranquilo mientras miraba la noche. Después seguí caminando.




"No consigo recordar cuándo dejé de hablar."